SOBRE MI

SOBRE MI

Psicóloga de la conducta alimentaria con un enfoque peso neutral HAES (Salud en todas las tallas), decidida a ser agente de cambio desde mi responsabilidad como profesional en salud mental, en una sociedad estereotipada que hiere, daña y tergiversa la relación con nuestro cuerpo, por ello, he decidido enfocar mi trabajo hacía el activismo por la diversidad corporal en pro de disminuir los factores de riesgo al desarrollo de desordenes en la conducta alimentaria.

Te acompaño en consulta individual en la prevención y tratamiento de alteraciones en la conducta alimentaria, busco generar espacios de educación a profesionales en salud para la implementación de una consulta compasiva y peso neutral desde un enfoque de salud en todas las tallas (HAES) y asesoro a educadores y a entrenadores en identificar conductas de riesgo a un posible desarrollo de desordenes de la conducta alimentaria en adolescentes y adultos en ámbitos escolares y deportivos.

Soy Caleña o caleñisima como me encanta presentarme, para quienes no viven en Colombia hace referencia a que nací en la ciudad de Cali, una ciudad cargada de encanto, pero no es la razón por la que lo señalo, en realidad lo hago porque por años Cali ha sido la capital de la cirugía estetica de mi país y ese pequeño detalle, sumado a los gimnasios, salones de belleza y las miles de tiendas de productos para perder peso que hay en cada esquina, hacen de mi ciudad el epicentro de la cultura de la dieta y un ambiente de riesgo para el desarrollo de desordenes de la conducta alimentaria.

Me formé en un colegio que fue creado para brindar educación integral a la mujer y puedo decir que fue ahí donde comenzaron mis intereses por convertirme en aquella que mostrara lo que otros no querían ver. No obstante, aún era muy temprano para conocer cual sería exactamente mi labor, creanme que nunca me imaginé estar aquí pero le agradezco a la vida todos los días por permitirme hacer lo que amo.

Recuerdo desde muy pequeña haber escuchado en cada reunión social, familiar, supermercado o restaurante; comentarios alredor del peso corporal, la apariencia física, las porciones, calorías y las múltiples dietas disponibles en el mercado. Yo siempre fui la niña “bonita de cara” y a la que “no podían dejar engordar” en casa la cultura de la dieta estaba instaurada y la palabra cuidarse era la sombrilla que cubría cualquier decisión restrictiva o acceso a algún producto de transformación corporal.

Desde pequeña esta cultura me enseñó que lo mejor que podía hacer por mi era tener el control de mi cuerpo, de aquello que iba a meter en mi boca y de la cantidad de ejercicio físico que hacía. Fue un error claro! pero hoy, no culpo ni señalo a quienes estuvieron cerca cuando lo aprendí, se que era la única información que tenían y creían como pudiste haber creído tu, que era lo correcto.

Por años creí que las fluctuaciones que tenía en mi peso eran mi culpa, algunas veces responsabilizaba a mi fuerza de voluntad, otras sólo pensaba en que había nacido en el cuerpo equivocado, recuerdo temblar antes de subirme a una bascula en consulta médica porque sabía exactamente cual sería la cara y el “tratamiento” a seguir que ese cualquier profesional de la salud que estuviera enfrente enviaría, una nueva dieta y así crecí, siendo la chica de las dietas, las fajas, los productos para perder peso, los masajes, los tratamientos esteticos, el ejercicio excesivo cualquier alternativa era una nueva esperanza para dejar de recibir comentarios alrededor de mi cuerpo, miradas de pena o consejos en restaurantes entorno a mis elecciones; pero mi cuerpo nunca cambio.

En este camino sin saberlo e influenciada por otros multiples factores, desarrollé un trastorno de la conducta alimentaria mal llamado atipico por haberse presentado en un cuerpo de talla grande, un alteración en mi conducta alimentaría de la que no tuve consciencia sino hasta después de haber tomado la decisión de estudiar a profundidad aquello sentía que en mi iba más alla del cuerpo y la comida, porque cómo se los comenté antes, mis conductas de riesgo eran reforzadas y aplaudias por educadores, familiares y médicos al estar atravesada por el objetivo común de pérdida de peso, por lo que, nunca fue descubierto en consulta.

Estudié Psicología y creí que nunca me dedicaría a la atención clínica, durante el pregrado y en mis primeros años de graduada me inclinaba por intereses organizacionales e incluso gubernamentales. Sin embargo, la vida tenía otros planes, unos que me confrontarían con aquellas verdades que por años me habían acompañado.

Mi lucha personal no se había ido, mi incomodidad frente al espejo había continuado por años, las multiples estrategías para perder peso me habían acompañado todo el tiempo y aún seguía en la inalcanzable busqueda de un profesional de la salud que me pudiese comprender.

En medio de muchos cambios en mi vida familiar, personal, laboral e incluso lugar de residencia, sumado a una importante conversación que tuve la fortuna de tener con el primer profesional en nutrición por el que me sentí realmente escuchada y atendida, decidí acercarme a lo que siempre había visto como un problema con una nueva perspectiva e investigar desde mi carrera profesional lo que había detrás de los pensamientos, las emociones y la inconformidad que me había acompañado por tantos años.

En este proceso he encontrado muchos caminos, teorías, enfoques y aquí estoy alineada al que para mi con mayor empatía y compasión se acerca al ser humano, la salud en todas las tallas (HAES) y desde ahí, sigo en continuo aprendizaje y formación para generar espacios de prevención y tratamiento de alteraciones en la conducta alimentaria y la actividad física.

Llénate de ti es un sueño cumplido y mi proposito diario al servicio del ser humano, gracias por hacer parte.

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